miércoles, 11 de diciembre de 2013

LA BRÚJULA DE TU VIDA.

Si para hacer de forma segura cualquier recorrido por el planeta es imprescindible tener una orientación certera y tomar la ruta adecuada hasta el destino que uno se ha propuesto, ¿cómo no se va a necesitar una brújula que indique en todo momento dónde esta el norte al que se dirige la VIDA ?". Esta pregunta encierra en sí misma a muchos otras y nos plantea, la pregunta acerca del proyecto de vida personal, lo que implica saber qué se quiere y cómo es posible lograrlo, considerando que las decisiones para optar por un trayecto u otro, dependen en gran medida, de las convicciones que se tengan, surgidas estas como consecuencia de los conocimientos, sentimientos y experiencias en esta y en otras encarnaciones. Muchas son las alternativas que se pueden tomar para sortear las diferentes situaciones que se presentan cotidianamente en el día a día: con familiares, laborales y amigos. Estas problemáticas generalmente nos conmueven y nos impiden conseguir los logros y superaciones que muchas veces ignoramos poder alcanzar. Algunas cosas a las que nos enfrentamos son difíciles de resolver, mas aún cuando nos encontramos en estado de pesimismo o abatimiento pero, cuando el espíritu reconoce el sentido de dichas prueba, surge entonces, en primer lugar, la aceptación y la comprensión de la dimensión espiritual que tienen y luego, el impulso al progreso y a la felicidad que devienen de saber que se está haciendo todo lo posible por cambiar. ¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?… ¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?… Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes. Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que TU le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida. No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros. Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede. La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella… ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.

martes, 23 de julio de 2013

MI AMIGA LA ADVERSIDAD




Considero que en algún momento de nuestras vidas, a todos nos toca recibir “la visita imprevista e indeseada de una vieja y exigente maestra: La adversidad”, de la que podemos lamentarnos o de otro lado, aprender muchísimo. Pues bien, si no podemos controlar su llegada, no nos queda otra que mirarla de frente a los ojos y darle la bienvenida. Sólo de esa forma podremos aprovechar su visita para mejorar.

La adversidad forma parte de la vida e, inevitablemente, nos tropezaremos con ella de vez en cuando. Cuando eso sucede, lo más importante no es la experiencia que vivimos, sino cómo la vivimos y lo que hacemos con ella.

La pregunta del millón es: ¿Qué hacer cuando llega la adversidad?

Lo único que sirve en ese momento es la seguridad de que todo pasa por algo y nada es casualidad en esta vida. Tenemos dos opciones, o llevamos la adversidad con angustia, molestia, pena y sufrimiento, o le sacamos provecho a la vida, hacemos de tripas corazón y le vemos el lado bueno. Podemos tener el semblante serio y el corazón compungido, pero nadie nos quitará la felicidad de tener la conciencia tranquila, de saber que hacemos lo correcto, que luchamos por salir adelante.  Podemos aprender mucho más de la gente discapacitada, pobre o llena de problemas,  que de los inteligentes y famosos. Y es que las adversidades enseñan más que las explicaciones perfectas de grandes científicos enredados en sus esquemas. A través de su crecimiento, aceptación y entrega, la gente herida nos ha enseñado que debemos aceptar nuestras debilidades y no pretender ser siempre fuertes y capaces porque es allí donde creamos barreras para ser felices. Esto no quita que siempre luchemos incansablemente por ser mejores


La clave para vencer la adversidad está en que la forma en que respondamos sea la apropiada. El buscar un culpable, es un callejón sin salida. Si decides responder apropiadamente puedes convertir tu revés es un escalón hacia un éxito mayor. Puedes progresar a través de tu adversidad. Tu reacción a la adversidad puede destruirte o desarrollarte aún más como persona. 


“Solo aciertan a alcanzar el éxito quienes han llegado a comprender que toda adversidad lleva en su entraña la semilla de un beneficio.” Anónimo

miércoles, 15 de mayo de 2013

NUNCA DEJES QUE NADIE TE DIGA QUE NO PUEDES HACERLO




La imagen que cada uno tenemos de nosotros mismos influye definitivamente en el desarrollo profesional y personal, ya que actuará directamente sobre la autoestima.
 Las personas que no tienen confianza en sí mismas se infravaloran constantemente, y no imaginan que otros puedan encontrarles alguna cualidad. La falta de confianza simplemente les impide tomar iniciativas e ir hacia adelante. No creen en lo que hacen, así que dejan de intentarlo.

En ese concepto sobre uno mismo, se concentran los valores personales, la percepción que se tiene del mundo, los modelos con lo que nos identificamos así como todas las referencias para la propia vida. Es un sentimiento que depende de nosotros, de cómo nos desenvolvamos en nuestro entorno y de nuestras relaciones con los demás. Va creciendo según nuestra actitud ante las circunstancias y según nuestra forma de ver las cosas.

Sin embargo, sabemos que una gran cantidad de confianza se puede ganar al tener una actitud positiva. Debemos optar por centrarse en la gran cantidad de cosas en la vida que valen la pena, al igual que su familia, amigos, las flores, el canto de los pájaros o la música hermosa. Hay muchas cosas positivas en este mundo, que pasan de largo y las ignoramos.

Si deseamos que los demás crean en nosotros, tenemos que ser nosotros los primeros en transmitir esa confianza creyendo en nosotros mismos y en nuestras posibilidades. Si estamos convencidos de nuestra valía personal, los demás también creerán en ella. 

Esta historia  cinematográfica basada en un hecho real es un claro ejemplo de educación en valores.
Estas son las conclusiones que yo os quiero transmitir:


-“Si quieres algo, hay que luchar por ello aunque cueste”. 
-“Tienes que esforzarte en la vida”. 
-“Hay que ver el lado positivo de todo”. 
-“Hay que ser bueno y cariñoso”. 
-“Si quieres algo de verdad, eres capaz de conseguirlo”. 
-“Que nunca hay que rendirse aunque las cosas vayan muy mal”. 
-“No te dejes abatir, sigue luchando”. 
-“Hay que luchar por lo que más quieras”. 
-“Nunca dejes que nadie te diga lo que tienes o no tienes que hacer”. 
-“Hay que aprender a ser positivo”. 
-“El amor a la familia está por encima de todo”. 
-“La felicidad hay que buscarla”. 

domingo, 28 de abril de 2013

VIDA=RIESGO



"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar"

Paulo Coelho


"Miedo", esa emoción tan temida e incomprendida por la sociedad, pero no nos equivoque es sólo cuestión de educación. Según la R.A.E. el miedo queda definido como la sensación de alerta y angustia por la presencia de un peligro o mal, sea real o imaginario. Lo que más me interesa de esta acepción del significado del término miedo es la última parte "sea real o imaginaria" y es que a veces no nos arriesgamos a conseguir algo por la idea de fracaso que nos hemos autocreado en nuestra cabeza.


En nuestra sociedad se nos educa desde pequeños con la idea de que tenemos que superarnos y hacer cosas importantes pero, por otro lado, se nos educa para no cometer errores, para ser siempre perfectos. Estas exigencias nos crean desde la infancia una gran inquietud y un miedo horrible a no cumplir las expectativas que los demás tienen puestos en nosotros. Cada vez que fallamos nos sentimos culpables, creemos que estamos defraudando a los demás, que nos rechazarán… Estos miedos pueden llegar a paralizarnos y que dejemos de intentar hacer cosas, ya que es más seguro quedarnos como estamos que intentar avanzar y poder equivocarnos.

Como dice Unamuno en su cita, “El modo de dar una vez en el clavo, es dar cien veces en la herradura”, nos hace la reflexión de que nadie es perfecto, nadie nace sabiéndolo  todo. La única manera de aprender a hacer cosas nuevas e ir avanzando en la vida es practicar y la práctica consiste en una sucesión de ensayos y errores, hasta poder alcanzar los conocimientos y habilidades suficientes para poder hacer las cosas de la manera correcta.

No debemos dejar que el miedo a fracasar o los comentarios y críticas de los demás nos paralicen y nos impidan ser mejores día a día. Si fallamos una vez y otra y otra, habremos aprendido algo con cada uno de esos errores y estaremos mucho más cerca de alcanzar el éxito que alguien que se ha rendido o que no lo ha intentado nunca.

No dejes que el miedo te paralice, no dejes de luchar por miedo a perder. Es mejor intentarlo porque tienes la posibilidad de lograrlo, y si pierdes piensa que de los errores se aprende.

Me gustaría acabar con un spot donde podréis descubrir como gente de distintos ámbitos, los cuales hoy en día son grandes estrellas cada uno en sus ramas, la primera vez que se enfrentaron a demostrar lo que valían fracasaron, pero este miedo al fracaso no les paralizo, fueron persistentes y creyeron en su sueño hasta conseguirlo. 


VIDA = RIESGO.

jueves, 18 de abril de 2013

EDUCAR EN EMOCIONES






“Nos enseñaron desde niños cómo se forma un cuerpo, sus órganos, sus huesos, sus funciones, sus sitios, pero nunca supimos de qué estaba hecha el alma” 
Mario Benedetti.



Quizás no seamos conscientes de todo aquello que nuestras emociones iluminan y ensombrecen a lo largo de nuestra vida. Nadie nos dijo como manejarlas, como cambiarlas o aprenderlas, parece como si nos olvidáramos de ellas por el simple hecho de que no se vean. Pero,  estaréis conmigo en que son fundamentales en nuestro día a día.

Las emociones determinan nuestra relación con el mundo que nos rodean. Nuestra salud mental y bienestar personal se influyen mutuamente, dependiendo en gran medida de cómo nos relacionamos con el mundo, así de las emociones que se generan. Al nacer no tenemos desarrollados el pensamiento, ni el lenguaje, ni siquiera podemos planificar lo que hacemos, sin embargo, nuestras emociones nos permiten comunicarnos e identificar aquello que es bueno y malo para nosotros.



Cada vez que experimentamos una emoción, podemos crear pensamientos acordes a esta, interviniendo además nuestro sistema nervioso como el preparador del organismo para la mejor respuesta. Las emociones son como un sistema de alarma que se activan cuando detectamos algún cambio en la situación que nos rodea; son recursos adaptativos que los seres humanos presentamos, y que dan prioridad a la información más relevante para cada uno, activando así diferentes procesos que nos permitirán dar una respuesta

En la infancia, experimentar emociones positivas con frecuencia, favorece el posible desarrollo de una personalidad optimista, confiada y extrovertida, sucediendo lo contrario con la vivencia de emociones negativas. Por ello es tan importante una adecuada educación emocional ya que nos permitirá adquirir destrezas para el manejo de los estados emocionales, reducir las emociones negativas y aumentar en buena medida, las emociones positivas.


Una buena educación emocional conlleva todo un proceso de aprendizaje en el que se va construyendo la visión del mundo, de nosotros mismos y cómo nos manejamos.
Además cada experiencia que vivimos tiene un tono emocional, agradable o desagradable. 
Con un desarrollo adecuado de las emociones podremos:
 -Recuperarnos antes en el tiempo de la experimentación de emociones negativas.

- Adoptar una actitud positiva ante la vida. 
-Ser más optimistas, pero no en exceso.  
-Saber expresar nuestros sentimientos
-Tener una autoestima realista.
 -Presentar capacidad de cooperación y una buena resolución de conflictos.

Para concluir comentaros que lo mismo de importante es sacar buenas notas, o ser una estrella en el fútbol... que educar en emociones.   

viernes, 5 de abril de 2013

Y TÚ... ¿CUIDAS DE TU ÁRBOL? ¿CUIDAS DE TU AUTOESTIMA?







Estoy preparando la sesión de esta tarde con una de mis niñas donde trabajaremos la AUTOESTIMA y he encontrado este vídeo donde de una manera ilustrativa se pone de manifiesto en  qué consiste  y  lo importante que es para el buen funcionamiento psicológico de uno mismo


La autoestima es un percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. Es decir, es la percepción evaluativa de nosotros mismos.


Para tener alta “la autoestima” y así querernos a nosotros mismos debemos tener en cuenta estos 10 consejos:
1. Aceptarnos tal cual somos: hay que saber y aceptar nuestras cualidades y defectos.
2. Ponérnoslo fácil: debemos tener objetivos realistas.
3. Darnos nuestro tiempo: hay que intentar tener tiempo regularmente para estar solos con nuestros pensamientos y sentimientos.

4.Debemos aprender a disfrutar de nuestra propia compañía.
5.Credibilidad: estemos atentos a nuestros pensamientos y sentimientos. 

6.Hagamos aquello que nos hace sentir felices y satisfechos. Disfrutar de lo que te gusta.
7.Darnos ánimos: tomemos una actitud de “YO PUEDO HACERLO”.
8.Compararnos con nosotros mismos: no tratemos de ser alguien más.Hay que estar orgullosos de ser quien somos.
9. Querernos: hay que premiarse por los logros: los pequeños y los grandes.Aprendamos a querer a la persona tan única que somos. Aceptemos nuestros éxitos y fallos.

10. Ser más asertivos y aprender a decir NO.
Para concluir te aconsejo de que hagas una lista con todas las cosas buenas que tienes, que seguro que son muchas, y te las digas a diario. Tenemos que llenar nuestro vaso de pensamientos positivos para que así nuestro cerebro no tenga tiempo de pararse en los negativos.

jueves, 4 de abril de 2013

CONVIÉRTETE EN EL PIGMALIÓN DE TU PAREJA, TU HIJO, TU EQUIPO...!



El "Efecto Pigmalión" tiene su origen en un mito griego, en el que un escultor llamado Pigmalión se enamoró de una de sus creaciones: Galatea. A tal punto llegó su pasión por la escultura que la trataba como si fuera una mujer real, como si estuviera viva. El mito continúa cuando la escultura cobra vida después de un sueño de Pigmalión, por obra de Afrodita, al ver el amor que éste sentía por la estatua, que representaba a la mujer de sus sueños. 

 Este suceso fue nombrado como el Efecto Pigmalión ya que superó lo que esperaba de sí mismo y al creer que la estatua estaba viva esta llegó efectivamente a estarlo. Cuando alguien anticipa un hecho, existen muchas probabilidades de que se cumpla.

A este fenómeno en Psicología Social se le llama: “realización automática de las predicciones”; también se le conoce como “ “El Efecto Pigmalión” requiere de tres aspectos: 
 1- creer firmemente en un hecho,
 2- tener la expectativa de que se va a cumplir y 
 3- acompañar con mensajes que animen su consecución.

 Os propongo que hagáis una revisión de las expectativas, pues, a veces, actuamos de forma contradictoria. Por ejemplo, le decimos al hijo que estudie, pero creemos que no lo hará, dado que lo hemos intentado muchas veces. Ese proceso ha estado salpicado con frases del estilo: “Así no aprobarás; no haces más que ver la televisión”. Sin darnos cuenta, estamos colaborando en que el hijo cumpla lo que pensamos.

 Necesitamos tener expectativas constructivas que les permitan sacar lo más brillante de ellos mismos y desechar las negativas. Cuando comunicas, tanto verbal como no verbal, lo que esperas de alguien, termina condicionando su comportamiento y a la larga se cumple. Si esperas algo positivo, si le motivas hacia el éxito, contribuyes hacia su seguridad y confianza y obtendréis la recompensa. 

 Las personas que te rodean necesitan tu apoyo, porque, a veces, sin éste no llegan al final del camino. Existen muchos ejemplos de Pigmalión y, TÚ, puedes ser uno de ellos. 


 ¡ÁNIMO, CONVIÉRTETE EN EL PIGMALIÓN DE TU PAREJA, TU HIJO, TU EQUIPO...!

miércoles, 27 de marzo de 2013

TANTO EN EL DEPORTE COMO EN LA VIDA LA SUERTE DEPENDE DE TI...

Seguro que muchos de vosotros habéis visto el anuncio de Martini del 2012, aún así me gustaría que lo observaras de nuevo y que lo evalúes ya que nos servirá para analizar el tema de la entrada de hoy, "la suerte"





¿Qué hemos observado?

 A un misma persona con circunstancias iguales pero con diferentes maneras de evaluar la situación; en uno de los casos el chico es el que se atreve, arriesga, busca oportunidades y las crea.

¿Quién elige?

Quien elige eres TÚ; tú eliges el pensamiento a escoger, tú  eliges la suerte.

Cuando hablamos de suerte, nos referimos a la existencia de una serie de hechos o situaciones, afortunados o desafortunados, que se dan debido a la casualidad, al azar o a causas que nosotros desconocemos y que están fuera de nuestro control. Pero SÍ esta en nuestro control la evaluación y el pensamiento a escoger. Yo elijo hacer esta jugada porque considero que la hemos trabajado mucho en el entrenamiento y creo que es la mejor. 

 ¿Te has dado cuenta de que las personas que tienen buena suerte, son positivas, alegres, activas y seguras de sí mismas? ¿Y que las personas con mala suerte son negativas, depresivas, constantemente están enojadas o de mal humor y son desconfiadas?

Su buena o mala suerte es el resultado de su forma de pensar y actuar.
La buena o mala suerte que vivimos en nuestra vida diaria, es el resultado de: Nuestra actitud ante la vida, nuestros pensamientos y nuestras conductas.

 Si tuviese que hablar de los elementos que forman la buena suerte para mí serían estos:  
- esfuerzo, 
- constancia,
 - creatividad, para buscar nuevos caminos e inventar formas diferentes,
-flexibilidad, para corregir o cambiar todas las veces que sea necesario, 
-apertura, para ver nuevas posibilidades y diferentes opciones. 

 Una actitud relajada, que nos permite percibir las oportunidades, creatividad, para crear nuevas formas y distintos caminos, que fomenten mayores oportunidades,  esperanza, para confiar en que los sueños pueden ser alcanzados, seguridad personal, que nos permite seguir luchando a pesar de los obstáculos o de los errores, dejarse llevar por la intuición.

El problema de creer en la suerte, es que cuando lo hacemos, depositamos todo el poder y la capacidad de logro fuera de nosotros, poniéndonos en una situación de impotencia: "Si me va mal, es porque tengo mala suerte y yo no puedo hacer nada al respecto". Las personas que tienen este enfoque pesimista y autoderrotista, no se esfuerzan por mejorar y sólo se fijan en los aspectos negativos de cualquier situación y en los errores que cometen, con lo que confirmar su creencia sobre la mala suerte.

¿Qué podemos hacer? 

 - Aprende a pensar positivamente. Nuestros pensamientos determinan nuestra conducta y nuestra realidad. Si piensas que te va a ir mal, te va a ir mal. Pero si estás convencido de que te va a ir bien, estás dando un paso muy importante para lograr el éxito en aquello que deseas.
 - Actúa. No te quedes sólo en el deseo, los sueños o las metas. Aunque el pensamiento positivo es el primer paso, la acción es indispensable. 
-Reconoce tus errores, no para sentirte culpable, sino para aprender de ellos. Todos nos tropezamos, pero si tropezamos con la misma piedra no es mala suerte, es inconsciencia o torpeza de nuestra parte. 

 La buena suerte está formada por esfuerzo y constancia, que no se te olvide. No dejes las cosas para mañana. Las oportunidades pueden pasar delante de ti, pero no se van a quedar estacionadas indefinidamente. Busca las oportunidades y aprovéchalas. Pocas veces las oportunidades van a tocar a nuestra puerta y a mantenerse allí hasta que estemos dispuestos a hacer algo al respecto. Necesitamos salir a buscarlas y cuando las encontremos, luchar por ellas.
 Si piensas que en el pasado tuviste mala suerte, olvídate de ese pasado. Hoy eres una persona diferente, con más experiencia y puedes desarrollar una nueva actitud. 
 Aprende a ver las dificultades y los fracasos como retos que puedes vencer y que te van a ayudar a aprender nuevas cosas con las que en el futuro triunfarás. 

lunes, 25 de marzo de 2013

SER FELIZ NO CUESTA MUCHO...



Con este corto vídeo os muestro unos sencillos consejos que nos muestra que para ser FELIZ no necesitamos mucho, sólo un cambio de actitud y ponerlo en práctica.



viernes, 22 de marzo de 2013

"SE TÚ MISMO Y VIVE SIN MÁSCARAS"



Desde mi punto de vista considero que la sociedad de hoy se ha convertido en un gran teatro, se está perdiendo la AUTENTICIDAD. Hemos sido educados para comportarnos y actuar de una determinada manera, en vez de mostrarnos auténticos, honestos y libres -siendo siempre coherentes con lo que en realidad somos y sentimos-, solemos llevar una MASCARA puesta y con ella interpretamos a un personaje que es del agrado de los demás... "Ummm hoy toca la máscara de la rebeldía porque tengo voy a la fiesta de la primavera con fulanica y ella es así"; " hoy toca la máscara de responsabilidad porque estoy con cetánico  y él actúa así"... Si bien vivir bajo una careta nos permite sentirnos más cómodos y seguros, con el tiempo conlleva un precio muy alto: la desconexión de nuestra verdadera personalidad. Y en algunos casos, de tanto llevar una máscara puesta, nos olvidamos de quiénes éramos antes de ponérnosla.

Lo cierto es que algunos psicólogos coinciden en que en nuestra sociedad ha triunfado el denominado "pensamiento único". Es decir, "la manera normal y común que tenemos la mayoría de pensar, comportarnos y relacionarnos".


Y yo os hago esta reflexión "¿Qué más da lo que piense la gente? La opinión de otras personas solo tiene importancia si nosotros se la concedemos" SE TÚ MISMO y muestra te auténtico,libre, honesto a tus emociones y actuaciones, no intérpretes a ningún personaje, no conviertas tu vida en un puro teatro. Adáptate a las situaciones de la vida pero nunca perdiendo tu identidad como persona única.

A pesar del malestar generalizado, solemos priorizar el "cómo nos ven" al "cómo nos sentimos". Cuanto más intentamos aparentar y deslumbrar, más revelamos nuestras carencias, inseguridades y complejos ocultos. De aquí el refrán popular "Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces". Si lo pensamos detenidamente, ¿qué es la "respetabilidad"? ¿Qué es el "prestigio"? ¿Qué es el "estatus"? ¿Qué tipo de personas lo necesitan? En el fondo no son más que etiquetas con las que cubrir la desnudez que sentimos cuando no nos valoramos por lo que somos. Lo esencial es VALORARTE A TI MISMO porque ese es el reflejo que debes mostrar a la sociedad. 

En este sentido, ¿qué más da lo que piense la gente? La gente no nos ve tal y como somos, sino como la gente es. O como dijo el filósofo Immanuel Kant, "no vemos a los demás como son, sino como somos nosotros". De ahí que la opinión de otras personas solo tiene importancia si nosotros se la concedemos.

No importa quiénes seamos, qué decisiones tomemos o cómo nos comportemos. Hagamos lo que hagamos con nuestra vida, siempre tendremos admiradores, detractores y gente a quien resultemos indiferentes. Pero entonces, si nuestras relaciones se sustentan sobre este juego de caretas o de títeres, ¿por qué fingimos? Seguramente por nuestra falta de confianza y autoestima.

Para cultivar una sana relación de amistad con nosotros mismos y una personalidad fuerte, lo único que necesitamos es modificar la manera en la que nos comunicamos con nosotros a través de nuestros pensamientos. Tenemos que aceptarnos, respetarnos y amarnos, con nuestras cualidades, virtudes, defectos y debilidades. Lo demás son comentarios, ruido que hace la gente para no escuchar su propio vacío. Lo que está en juego es nuestra libertad para ser "auténticos"; convertirnos en quienes verdaderamente somos, siguiendo los dictados de nuestra propia voz interior. Terminaré con unas palabras de Steve Jobs: "No dejéis que el ruido ahogue vuestra propia voz interior. Ella ya sabe lo que vosotros realmente queréis ser".

jueves, 21 de marzo de 2013

"¿¿CÓMO EDUCAS??"




Educar es una de las tareas más difíciles a las que se enfrentan los padres y madres; pero la mas bella. Y, aunque no existen fórmulas mágicas, sí hay algunas cuestiones clave que tenemos que manejar con soltura. Os presento unas claves que os pueden ayudar en la educación de vuestro hijos e hijas. 


 1. Un ejemplo vale más que mil sermones.

 Desde muy pequeños los niños tienden a imitar todas nuestras conductas, buenas y malas. Podemos aprovechar las costumbres cotidianas -como saludar, comportarnos en la mesa, respetar las normas al conducir, no fumar delante de ellos,- para que adquieran hábitos correctos y saludables y, poco a poco, vayan tomando responsabilidades. De nada sirve sermonearle siempre con la misma historia si sus padres no hacen lo que le piden.


 2. Comunicación, diálogo, comprensión. 

 Este es uno de los principales problemas de muchas familias. Las palabras, los gestos y las expresiones que utilizamos nos sirven para conocernos mejor y expresar todo aquello que sentimos. Por eso, incluso durante el embarazo, hay que hablarle al bebé. Debemos continuar siempre con la comunicación. Hablarle mucho, sin prisas, contarle cuentos y también dejar que él sea quien nos los cuente.¿Has probado a hacerle una pregunta que empiece con «Qué piensas tú sobre...»? Así le demostramos que nos interesa su opinión y él se sentirá querido y escuchado. Tu hijo debe tener su tiempo y disponer de una escucha activa. 


 3. Límites y disciplina, sin amenazas.

 Las normas deben ser claras y coherentes e ir acompañadas de explicaciones lógicas. Tienen que saber lo que ocurre si no hace lo que le pedimos. Por ejemplo, debemos dejarle claro que después de hacer los deberes dispondrán de su tiempo libre. Es importante que el niño -y también nosotros- comprenda que sus sentimientos no son el problema, pero sí las malas conductas. Y ante ellas siempre hay que fijar límites, porque hay zonas negociables y otras que no lo son. Si se niega a ir al colegio, tenemos que reconocerle lo molesto que es a veces madrugar también para nosotros. 


 4. Dejarle experimentar aunque se equivoque. 

 La mejor manera para que los niños exploren el mundo es permitirles que ellos mismos experimenten las cosas. Aunque se equivoquen debemos darle "alas" para que aprendan del mundo. La sobreprotección a veces nos protege a los padres de ciertos miedos, pero no a 
nuestro hijo. Si cada vez que se cae o se da un golpe, por pequeño que sea, corremos alarmados a auxiliarle, estaremos animándole a la queja y acostumbrándole al consuelo continuo. Tenemos que dejarles correr riesgos. 


 5. No comparar ni descalificar. 

 Debemos de eliminar ciertas frases como «aprende de tu hermano», «¿Cuándo vas a llegar a ser tan responsable como fulano o?»... No conviene generalizar y debemos prescindir de expresiones como «siempre estás pegando a tu hermana» o «nunca haces caso». No pongamos etiquetas, ya que pueden llegar a creérselos hasta el punto de actuar siempre así. Seguro que hace muchas cosas bien, aunque últimamente se esté comportando como un verdadero «trasto». Cada niño es único, no todos actúan al mismo ritmo y de la misma manera. Hay que reforzar positivamente su comportamientos buenos y favorables. Frases como «tú puedes jugar al fútbol igual de bien que tu hermano, inténtalo. Ya lo verás» transforman su malestar en una sonrisa y le animan a conseguir sus metas sin tanta ansiedad. 


6. Hay que reconocer nuestras equivocaciones. 

 Tenemos derecho a equivocarnos y eso no significa ser malos padres. Lo importante es reconocer los errores y utilizarlos como fuente de aprendizaje. Una frase sencilla como "perdona cariño", refuerza su buen comportamiento y nos ayuda a sentirnos bien. Tienen que descubrir que equivocarse es natural y que nosotros también lo hacemos. 


 7. Reforzar las cosas buenas. 

 Está comprobado que los refuerzos positivos gestos de cariño, estímulos, recompensas resultan más eficaces a la hora de educar que los castigos. Por eso siempre debemos darle apoyo afectivo y dejar que sea él el que, según su capacidad, resuelva los problemas. Los niños son muy sensibles y los calificativos como «tonto» o «malo» les hacen mucho daño y pueden afectar de modo negativo a la valoración que tienen de ellos mismos. Debemos ser generosos con todo aquello que les hace sentirse valiosos y queridos. Si le premiamos con caricias, abrazos o palabras como «guapo» o «listo», estamos construyendo una buena autoestima. Tan importante como rectificar sus malas conductas es reconocer y reforzar las buenas. 


 8. Madre/ padre amigo. 

 Aunque siempre conviene fomentar un clima de cercanía y confianza, eso no significa que debamos ser sus mejores amigos. Mientras que entre los niños el trato es de igual a igual, nosotros, como padres y educadores, estamos situados en un escalón superior. Desde allí les ofrecemos nuestros cuidados, experiencia, protección pero también nuestras normas. Buscar su aprobación continua para todo puede ser un arma de doble filo, ya que la amistad también es admiración y confianza y le resultará muy difícil confiar en nosotros si no sabemos imponernos. Un buen padre no es aquel que cede de modo continuo y no enseña. 


 9. Ellos también tienen emociones. 

 No nos podemos olvidar que no sólo nosotros tiene,os emociones y que los niños están todo el día felices. No, ellos también se sienten, tristes, preocupados... Su mundo emocional es igual o más complejo que el nuestro, por eso conviene dar importancia a sus emociones y ser conscientes de ellas. Debemos ayudar a nuestro hijo a poner nombre y apellido a lo que experimenta y siente.


  “Los tiempos cambian y no podemos pretender educar como lo hicieron con nosotros”




sábado, 16 de marzo de 2013

" I AM A CHAMPIONS"

Ayer participé en un seminario de " Coaching y Psicología deportiva" y escuchando a su ponente, Patricia Ramírez,e intercambiando  opiniones con ella me di cuenta de la importancia de la palabra "campeón/a" que tiene en la vida y de lo que esto conlleva para nuestra experiencia, nuestra actitud ante los objetivos que nos proponemos y nuestro comportamiento en sí mismo. Asociamos este término tan valorado y valioso a los deportistas y al deporte, pero desde mi humilde opinión, considero que estamos cometiendo un error y os explico el por qué...

               Según la RAE el término "campeón/a" tiene cuatro acepciones:


1. m. y f. Persona que obtiene la primacía en el campeonato.

2. m. y f. Persona que defiende esforzadamente una causa o doctrina.

3. m. Héroe o famoso.

4. m. Hombre que en los desafíos antiguos hacía campo y entraba en batalla. 


Estaréis conmigo que en muchas ocasiones hemos sido campeones sin apenas darnos cuenta.

Tener éxito en el deporte de competición tiene muchas similitudes con tener éxito en la vida. Una de las cosas más importantes que hemos aprendido desde pequeños es que para que las cosas sean favorables hay que “ESFORZARSE”. Cada situación tiene unas características que la mayoría de las veces no son explícitas y que por lo tanto hemos de saber “leerlas”,  “captarlas” y "actuar"en consecuencia.



En el deporte de competición, LA LUCHA, EL ESFUERZO Y LA SUPERACIÓN son las máximas del éxito de los deportistas y de los equipos de todos los niveles y particularmente se hace patente en la historia evolutiva de cada deportista que llega a triunfar en su deporte. Pero esos mismos valores son los imprescindibles para la VIDA. 
Por estas razones considero que todos SOMOS CAMPEONES ( I AM A CHAMPIONS). Aprovecho esta entrada para motivar al equipo Senior de FUTSAL que mañana tiene un partido importante con este video tan excitante. 




Ya sabéis, cuando estéis más bajos de ánimos hay que mandarle el mensaje positivo al cerebro "I AM A CHAMPIONS"

Cuando el partido termine, quiero tu cabeza alta – y se que el único camino que lleva a que tu cabeza esté alta – es que tú sepas que has dado lo mejor de ti mismo. Esto significa que lo hagas lo mejor que puedas. Nadie podría dar más. Quiero que al finalizar tengas la sensación que has hecho ese esfuerzo” (John Wooden – entrenador americano de basketball

martes, 12 de marzo de 2013

DISFRUTA DE LOS PEQUEÑOS MOMENTOS...




La vida que llevamos tan acelerada en la actualidad, muchos de nosotros pasamos de una actividad a otra durante el día sin tener la oportunidad de “saborear realmente cada momento que nos ofrece la vida". Una escena que no será rara para muchos de nosotros es la preocupación constante que tenemos para llegar a tiempo a nuestro trabajo, al entrenamiento o de regreso al hogar, así como para la realización puntual de las múltiples tareas que realizamos en estos ámbitos de nuestra vida. Estamos pendiente del reloj, tal vez corriendo de un lado a otro, desesperados para llegar a tiempo a todos estos lugares, tal vez comiendo de prisa y realizando de manera automática las actividades que hemos llegado a considerar sin importancia -como caminar tranquilamente por el parque, oler el aroma de tu perfume o sentarse un momento para contemplar el paisaje. Es por ello que me gustaría compartir con vosotros este momento de reflexión acerca de la importancia de dedicar un tiempo especial para disfrutar de estas pequeñas situaciones que tenemos diariamente y que nos pueden proporcionar placer, y es que no nos damos cuenta de que la felicidad está más cerca de lo que podemos llegara a pensar.  
Puedes agarrarte a esos momentos que la vida te pone delante y a todo lo que te ofrece. Puedes ser muy feliz, más de lo que realmente tú y mucha gente imagina. Y no es una cuestión de dinero, de ser más importante, de ser un héroe... ¡NO! es cuestión de educación... debemos de autoeducarnos en experimentar estos cambios; en poner los cinco sentidos en aquellas rutinas que hacemos a diario y que no le damos la verdadera importancia que tiene... Os invito a que hagáis la prueba y que experimentéis sensaciones diferentes... El olor a gel en nuestro cuerpo mientras te cae el agua calentita, el sabor a café en el desayuna, la sonrisa de tu pareja cuando llega a casa, ese beso tierno que te da tu abuela cuando la visitas, ese  sensación de salud cuando sales de entrenar, despertar a tu hijo para ir al cole y ver su carita medio dormida... podría describir un sin fin de sensaciones que experimentamos a diario y no somos conscientes. Y recuerda "ser feliz está en uno mismo, y la responsabilidad es tuya".

Cada momento es único, vive, pero atrévete a vivir de verdad.