Seguro que muchos de vosotros habéis visto el anuncio de Martini del 2012, aún así me gustaría que lo observaras de nuevo y que lo evalúes ya que nos servirá para analizar el tema de la entrada de hoy, "la suerte"
¿Qué hemos observado?
A un misma persona con circunstancias iguales pero con diferentes maneras de evaluar la situación; en uno de los casos el chico es el que se atreve, arriesga, busca oportunidades y las crea.
¿Quién elige?
Quien elige eres TÚ; tú eliges el pensamiento a escoger, tú eliges la suerte.
Cuando hablamos de suerte, nos referimos a la existencia de una serie de hechos o situaciones, afortunados o desafortunados, que se dan debido a la casualidad, al azar o a causas que nosotros desconocemos y que están fuera de nuestro control. Pero SÍ esta en nuestro control la evaluación y el pensamiento a escoger. Yo elijo hacer esta jugada porque considero que la hemos trabajado mucho en el entrenamiento y creo que es la mejor.
¿Te has dado cuenta de que las personas que tienen buena suerte, son positivas, alegres, activas y seguras de sí mismas?
¿Y que las personas con mala suerte son negativas, depresivas, constantemente están enojadas o de mal humor y son desconfiadas?
Su buena o mala suerte es el resultado de su forma de pensar y actuar.
La buena o mala suerte que vivimos en nuestra vida diaria, es el resultado de:
Nuestra actitud ante la vida,
nuestros pensamientos y
nuestras conductas.
Si tuviese que hablar de los elementos que forman la buena suerte para mí serían estos:
- esfuerzo,
- constancia,
- creatividad, para buscar nuevos caminos e inventar formas diferentes,
-flexibilidad, para corregir o cambiar todas las veces que sea necesario,
-apertura, para ver nuevas posibilidades y diferentes opciones.
Una actitud relajada, que nos permite percibir las oportunidades,
creatividad, para crear nuevas formas y distintos caminos, que fomenten mayores oportunidades, esperanza, para confiar en que los sueños pueden ser alcanzados,
seguridad personal, que nos permite seguir luchando a pesar de los obstáculos o de los errores,
dejarse llevar por la intuición.
El problema de creer en la suerte, es que cuando lo hacemos, depositamos todo el poder y la capacidad de logro fuera de nosotros, poniéndonos en una situación de impotencia:
"Si me va mal, es porque tengo mala suerte y yo no puedo hacer nada al respecto".
Las personas que tienen este enfoque pesimista y autoderrotista, no se esfuerzan por mejorar y sólo se fijan en los aspectos negativos de cualquier situación y en los errores que cometen, con lo que confirmar su creencia sobre la mala suerte.
¿Qué podemos hacer?
- Aprende a pensar positivamente.
Nuestros pensamientos determinan nuestra conducta y nuestra realidad.
Si piensas que te va a ir mal, te va a ir mal.
Pero si estás convencido de que te va a ir bien, estás dando un paso muy importante para lograr el éxito en aquello que deseas.
- Actúa.
No te quedes sólo en el deseo, los sueños o las metas.
Aunque el pensamiento positivo es el primer paso, la acción es indispensable.
-Reconoce tus errores, no para sentirte culpable, sino para aprender de ellos.
Todos nos tropezamos, pero si tropezamos con la misma piedra no es mala suerte, es inconsciencia o torpeza de nuestra parte.
La buena suerte está formada por esfuerzo y constancia, que no se te olvide.
No dejes las cosas para mañana.
Las oportunidades pueden pasar delante de ti, pero no se van a quedar estacionadas indefinidamente.
Busca las oportunidades y aprovéchalas.
Pocas veces las oportunidades van a tocar a nuestra puerta y a mantenerse allí hasta que estemos dispuestos a hacer algo al respecto.
Necesitamos salir a buscarlas y cuando las encontremos, luchar por ellas.
Si piensas que en el pasado tuviste mala suerte, olvídate de ese pasado.
Hoy eres una persona diferente, con más experiencia y puedes desarrollar una nueva actitud.
Aprende a ver las dificultades y los fracasos como retos que puedes vencer y que te van a ayudar a aprender nuevas cosas con las que en el futuro triunfarás.